Es una iglesia de una sola nave que en su interior semeja ser de cruz latina al poseer sendas capillas a ambos lados de la nave. Posee un pórtico que se dispone en el lado sur y al que se accede por un arco de medio punto enmarcado en un alfiz. En el pórtico, junto al arco de entrada a la iglesia, se sitúa la pila de agua bendita, embutida en el muro. Los tramos de la iglesia se cubren con bóvedas de terceletes los dos primeros y estrellada de combados rectos la del prebisterio, la cabecera con nervios y las laterales con terceletes.

El retablo principal, dedicado al santo patrón, es un retablo clasicista con pinturas y la escultura del patrón. Sobre el sagrario se encuentra una hornacina rococó.

Destacan las tablas, sobre todo las dos inferiores, donde se representan a la izquierda a San Antón y a la derecha a San Roque, sobre él San José y el Niño y a la izquierda la Virgen. 

En la capilla de la izquierda existe un retablo macro prechurrigueresco con la talla de Cristo crucificado que se dispone sobre una tela en la que están pintados la Virgen y San Juan. El retablo de la derecha es rococó con la Virgen y el Niño en brazos en el nicho central, a su derecha Cristo con la bola del mundo, a la izquierda San Sebastián y en la hornacina superior Santa Catalina.