La iglesia de Campo tiene un origen románico. Cuenta el templo con una única nave rematada en una cabecera de testero plano. Al prebisterio se accede por un arco triunfal de medio punto sustentado por columnas. En la parte inferior, hay esculpidas en los capiteles hojas de acanto con un carácter tosco, en la parte superior cenefa de ajedrezado.

En el capitel del lado del Evangelio aparece además otro motivo, las bolas, entre las hojas de acanto. En el interior no queda más decoración de la época románica, únicamente parte del ajedrezado en la zona de la cabecera.

Debemos destacar también del interior la curiosa pila de agua bendita, decorada con diferentes anillos horizontales y remate en la parte superior con bolas.

Fuera del santuario podemos apreciar la sencillez de la portada románica compuesta por arquivolta que apoya sobre dos columnas con capiteles de igual temática que los del arco triunfal del interior, y circunvalada por un ribete en ajedrezado, igual que el que se aprecia en la cornisa de la iglesia.

El retablo principal, que en realidad es un sagrario reutilizado, es una pieza de extraordinario valor artístico. Formó parte de a exposición Monacatus, que se llevó a cabo en Oña en 2012. Llegó a Campo a mediados del siglo XIX, cuando la iglesia pertenecia a un monasterio que era priorato del monasterio de Oña.